Kara Swisher preferiría trabajar para Sam Altman que para Mark Zuckerberg

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Bien, aquí hay una versión reescrita del texto proporcionado, enfocándose en mejorar la claridad, la estructura y la fluidez, preservando al mismo tiempo la información central y la voz distintiva de Kara Swisher.


Título: Navegando por el liderazgo tecnológico: ideas de Kara Swisher de WIRED

Introducción

Kara Swisher de WIRED es una figura fija en el periodismo tecnológico, conocida por sus entrevistas incisivas y sus preguntas valientes. En esta amplia conversación, reflexiona sobre su carrera, opina sobre destacados líderes tecnológicos, analiza la evolución de la relación entre la industria y el gobierno y aborda los desafíos únicos que enfrentan las mujeres en el mundo de los medios tecnológicos dominado por hombres.

Carrera y enfoque

Swisher ha pasado décadas cubriendo la industria tecnológica, entrevistando a fundadores y ejecutivos a lo largo de diversas etapas de sus carreras. Ella describe su estilo de entrevista como sencillo y directo: no pasa de puntillas por los temas ni suaviza el mensaje. Esta franqueza a veces ha generado críticas, particularmente con respecto a su apariencia (no usa maquillaje) o su comportamiento percibido de “niña mala”. Swisher desvía los consejos, sugiriendo que la ambición y la confianza son más importantes que cumplir con las expectativas. Ella desvía la negatividad con humor e ingenio, respondiendo a las críticas con chistes o, como hizo uno de sus hijos durante una entrevista televisiva, simplemente respondiendo preguntas directas.

Evaluación de líderes tecnológicos

Reflexionando sobre décadas de cobertura, Swisher ofrece evaluaciones agudas de cifras clave:

  • Mark Cuban: A pesar de las impresiones iniciales de que él era un “pequeño idiota arrogante” (refiriéndose a sus primeros días vendiendo su compañía a Yahoo), Swisher ha llegado a respetar el desarrollo y la madurez de Cuban, especialmente después de entrevistarlo recientemente. Ella lo ve como una persona reflexiva y evolucionada.
  • Brian Chesky (Airbnb): Swisher expresa un aprecio genuino por la honestidad de Chesky y sus aparentes esfuerzos por ser una mejor persona.
  • Elon Musk: Reconocido como una figura compleja, Swisher cree que sus acciones a menudo están impulsadas por otros factores más allá de la simple malicia, aunque ciertamente son problemáticos.
  • Mark Zuckerberg: Constantemente se clasifica cerca del final por su enfoque de la responsabilidad y el impacto social. Swisher considera desalentador su reciente alineamiento político y cree que a menudo prioriza sus propios intereses o se siente perseguido.
  • Tim Cook (Apple): A Swisher le resulta desconcertante que Cook, especialmente cuando se acerca su jubilación, mantenga una relación tan acogedora con la administración actual. Ella cuestiona si esto se alinea con el valor para los accionistas o con el deber social, sugiriendo que podría ser miope.
  • Sergey Brin (Google): Swisher señala el cambio de Brin hacia el apoyo a Donald Trump, comparándolo con la probable consternación de los miembros de su familia. Ella ve esta alineación como un posible desarrollo negativo.

Relaciones Industria-Gobierno

Swisher critica las muestras abiertas de lealtad que algunos líderes tecnológicos realizan para la administración actual. Ella distingue esto del lobbying estándar (“cena y donación”) como un acto más performativo, casi infantil. Se pregunta si esto es realmente necesario para los negocios (“rodilleras bordadas con D y T”) o si surge de un deseo de poder, particularmente en el caso de alguien como Zuckerberg, que se siente perpetuamente victimizado y ansioso por ejercer influencia.

La etiqueta de “chica mala” y consejos para mujeres

Cuando se le pidió consejo a mujeres ambiciosas en los medios tecnológicos, Swisher descarta la idea de necesitar validación externa. Aconseja ignorar la negatividad, desviar las críticas con humor y centrarse en ser uno mismo. Ella enmarca su propio enfoque no como “malo”, sino como honesto, directo y tal vez incluso “demasiado amable” al desviar la negatividad sin perder su ventaja.

Conclusión

Swisher pinta un retrato de la industria tecnológica como complejo y a menudo contradictorio. Los líderes van desde los potencialmente responsables (Chesky) hasta los problemáticos (Zuck, Musk) y los desconcertantemente plácidos (Cook). Su propio viaje, marcado por la franqueza y la negativa a doblegarse, la posiciona como una voz formidable que navega por este panorama, sin miedo a denunciar a aquellos que considera que no cumplen con sus responsabilidades, incluidos sus propios pares en la industria.